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El Sida, la enfermedad del siglo XXI

10 consejos para ahorrar agua

10 consejos para ahorrar agua

 

Es necesario que todo el mundo ahorre y maximice el aprovechamiento que hace del agua y la energía. En caso contrario, podemos enfrentarnos a una escasez de recursos muy severa y de terribles consecuencias, además del daño que causamos al planeta. Que mejor lugar para empezar que por nuestro propio hogar. Si todo el mundo se acercase al consumo de agua que hay en Occidente, se originarían conflictos y guerras entre los países por los recursos hidrológicos, tal y como existen ahora con el petróleo. Los principales consumidores de agua (aparte de los usos industriales) son los hogares de cada país.

 Empezando por la cocina podemos cuidar nuestras costumbres para evitar el derroche de agua.

-         Hay que utilizar la lavadora siempre con la máxima carga, ya que está gasta la misma cantidad de agua cada vez que se usa.

-         Los grifos han de cerrarse siempre que no se estén usando  y evitar dejarlos mal cerrados pues durante un período considerable de tiempo puede suponer un gasto importante.

-         Hay que reutilizar el agua sobrante de las comidas y de la limpieza de alimentos, por ejemplo, para regar alguna planta.

 

El baño es junto con la cocina el lugar por excelencia donde más agua se consume. Cambiando nuestros hábitos, podemos ahorrar agua y dinero:

-         Hay que ducharse en lugar de bañarse, pues supone una diferencia de 200 litros en un día.

-         Hay que cerrar el grifo, por ejemplo, al lavarse los dientes, pues un grifo abierto gasta hasta 12 litros/minuto.

-         Se debe arreglar la cisterna si gotea.

-         Se deben instalar cisternas de doble carga, para elegir una mayor o menor cantidad de agua en función lo que se necesite.

 

En el jardín o casa de veraneo, podemos evitar el gasto excesivo de agua, sobre todo en verano, cuando es más necesario.

-         Deberíamos instalar sistemas que reciclen el agua de las piscinas, cubrirlas en invierno y depurarla cada 10 días.

-         Hay que aprovechar al máximo el agua de lluvia para regar las plantas.

-         Con sistemas de riego por goteo automatizados, podemos aplicar la cantidad de agua necesaria sólo cada cierto tiempo.

-         Se deben plantar especies autóctonas, que requieren menos agua y cuidados que aquellas más tropicales.

-         Se puede cubrir el suelo en aquella parte que dé el sol habitualmente, para que se conserve mejor el agua en un jardín u otra superficie.

 

Con estas pocas acciones, aplicadas en todo el mundo, se pueden ahorrar millones de litros anualmente, que tanto nuestros bolsillos como planeta agradecerán.

 

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